Hola familia, soy Cristina Riveira Faraldo, la hija de Bernardo Riveira y Chelito Faraldo. Quería mandar un saludo muy afectuoso a todos los miembros del Club Hispano, me ha encantado ver las fotos de recuerdo de aquellos años en que tanto mi familia como muchas otras familias eramos una gran familia unida y compartimos tantas horas juntos creando el club. Nosotros, los niños de entonces, aprendiamos español los sábados por la mañana, otros días aprendíamos los bailes españoles e íbamos con nuestros padres allí mientras ellos arreglaban, pintaban y disfrutaban como nunca en este gran proyecto. Allí hice grandes amistades que todavía hoy conservo, allí aprendí lo que es ser español, las tradiciones de nuestros ancestros, y lo que se puede conseguir con ilusión y esfuerzo. Desde 1975 en que regresamos a España El Club Hispano nunca ha dejado de estar en un lugar de mi corazón. Sé lo mucho que disfrutaba mi padre con este proyecto, viví sus ilusiones y sus alegrías y, a pesar de que mis padres ya hace años que no están con nosotros, en mi memoria quedaron grabados para siempre aquellos felices años en Canadá, con tantos amigos queridos. Deseo mandar un abrazo a todos y espero que ese sueño que nuestros padres hicieron realidad siga por muchos, muchos años siendo un lugar de encuentro, de ayuda, amor y alegrías. Un abrazo, Cristina Riveira.
Hola familia, soy Cristina Riveira Faraldo, la hija de Bernardo Riveira y Chelito Faraldo.
ReplyDeleteQuería mandar un saludo muy afectuoso a todos los miembros del Club Hispano, me ha encantado ver las fotos de recuerdo de aquellos años en que tanto mi familia como muchas otras familias eramos una gran familia unida y compartimos tantas horas juntos creando el club.
Nosotros, los niños de entonces, aprendiamos español los sábados por la mañana, otros días aprendíamos los bailes españoles e íbamos con nuestros padres allí mientras ellos arreglaban, pintaban y disfrutaban como nunca en este gran proyecto.
Allí hice grandes amistades que todavía hoy conservo, allí aprendí lo que es ser español, las tradiciones de nuestros ancestros, y lo que se puede conseguir con ilusión y esfuerzo.
Desde 1975 en que regresamos a España El Club Hispano nunca ha dejado de estar en un lugar de mi corazón. Sé lo mucho que disfrutaba mi padre con este proyecto, viví sus ilusiones y sus alegrías y, a pesar de que mis padres ya hace años que no están con nosotros, en mi memoria quedaron grabados para siempre aquellos felices años en Canadá, con tantos amigos queridos.
Deseo mandar un abrazo a todos y espero que ese sueño que nuestros padres hicieron realidad siga por muchos, muchos años siendo un lugar de encuentro, de ayuda, amor y alegrías.
Un abrazo,
Cristina Riveira.